viernes, 7 de marzo de 2014
LAS GRANDES SOLUCIONES LLEGAN POR AZAR
Ante tema tan extenso y espinoso no me queda más que la hacer referencia
a lo que me aconteció.
En las grandes situaciones de la realidad hay de todo. Para algunos es
mejor no hacer nada y que se encarguen los demás… y el renqueante destino.
Y los que quieren atar fuerte al toro, o sea, el resto, pueden conseguir lo que
quieren pero existe un cierto peligro en el convulso e incierto mundo actual.
Yo me pasé algunas noches con un martirizante y martilleante goteo real,
como si fuera en mi cabeza, pero sin localizar con exactitud el origen de mi mal.
Pero ¡eureka!, se solucionó cuando hablando, porque hay que hablar, el dueño de
un piso superior se sintió responsable por los arreglos que hicieron unos operarios
en su piso, posible origen del goteo. Lo reparará y esta noche dormiré tranquilo.
El ruido de día casi era imperceptible, pero de noche la cosa cambia pues
reina el silencio más absoluto en el entorno.
Y así, de la forma más simple, ese gran problema tuvo una gran solución,
inesperada y por azar, para mí, en este caso.
Carlos Torres Miranda
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